Cory empalideció y miró a los ojos a Marie. “¿Has dicho que el espíritu de Chelsea Swail te acaba de decir que conoces al asesino y que eres la próxima víctima?”
Marie se dio cuenta de lo raro que sonaba aquello e intentó recuperar la compostura. “Sí, eso he dicho. Mira, sé que parece una locura pero sé lo que he visto y oído.” Se dirigió a Myra. “¿Has conseguido pillar alguna otra cosa?”
Myra respiró hondo y cerró los ojos. “Yo también sentí dolor y pánico. Está demasiado consternada y no cruzará hasta que se haya dado con el asesino. Siente que tú tienes la llave para resolver este caso. Pero, sigo teniendo una visión que no tampoco tiene ningún sentido.”
“¿Qué es, Myra?” Gale continuó grabando. “Aún tengo memoria en la cámara, así que todo estará documentado. Aunque estoy tratado de mantener la calma, por dentro estoy aterrada.”
“Lo que estoy sintiendo es que Chelsea confiaba en el asesino, como si le conociera.” Myra abrió lentamente los ojos y observó a Marie. “Me refiero a que el asesino tiene algo que ver con la autoridad, o es una autoridad en sí mismo. ¿Tiene algún sentido?”
Cory se alejó de Marie y empezó a caminar. “No, no tiene ningún sentido. Todo esto está empezando a sonar muy extraño. ¿Cómo puede un espíritu, el espíritu de Chelsea, comunicarse con vosotras con tal cantidad de detalles?”
Marie sintió el tono exasperado de Cory y empezó a arrepentirse. “No sé cómo explicártelo, y sé que suena extraño, pero ya te lo dije, tengo esta habilidad y no voy a ignorarla o reprimirla nunca más.”
Sintiéndose mejor, se levantó del tronco y se acercó a Cory. “Tienes que creerme cuando digo, desde el corazón, que sé que lo que acabo de ver y oír es cierto. No estoy loca. Por favor, no nos des la espalda ahora. Especialmente ahora, que mi vida está en peligro. Sé que podemos ayudarnos y resolver el caso para poner al asesino entre rejas. Pero si empiezas a dudar y a desconfiar entonces todos estaremos en problemas.”
Cory sujetó a Marie, la atrajo hacia su pecho y apoyó la barbilla en su cabeza. “Lo siento, no quería que sonara como si negase lo que has visto y oído, o desconfiase en ti. Quiero encontrar a este demente, especialmente ahora que te concierne directamente.” Le cogió la cara y la besó suavemente en los labios. “Volvamos al coche patrulla. Creo que deberíamos ir al muelle y ver lo que los espíritus pueden decirnos sobre Christy Lang.”
Marie sonrió y apoyó la cabeza en su hombro. “Gracias...por todo.”
Gale apagó la cámara. “¿Se supone que debía haber apago esto antes del beso?”
“¿Has grabado toda la conversación?” Marie cogió la cámara y empezó a rebobinar la cinta.
“Bueno, sí. ¿Cómo iba a saber lo que tenía que documentar?” Gale se rió y susurró a Cory al oído. “Por cierto, ha sido un gran beso.”
Cory sonrió tímidamente y le abrió la puerta a Myra. “¿Está lista para otro viaje y más fenómenos paranormales?”
“Pues claro, querido, es a lo que me dedico.” Myra se sentó en el asiento trasero y se abrochó el cinturón.
Cory arrancó el motor cuando una voz salió de la radio pidiendo hablar con el Comisario Miller. Cory cogió la radio y apretó el botón de respuesta. “Comisario Miller al habla. Adelante.”
“Comisario, soy John, acabo de recibir una llamada de Sue, de la morgue. Dice que ha encontrado algo interesante en el hombro de Ellen y quiere que vaya a verlo por sí mismo.”
“¿Dijo qué era?”
John respondió, “No, pero dijo que era interesante.”
“Gracias John, dile que iré de inmediato.” Cory colgó la radio.
“¿Qué demonios crees que es?” Marie dejó la cámara en el asiento y decidió que borraría la escena del beso más tarde.
“No sé, pero si es lo que creo que es, hemos encontrado tatuajes en las otras dos mujeres. El equipo forense no había encontrado ninguno en Ellen, así que no estoy muy seguro de que sea eso.” Cory empezó a conducir y salió del aparcamiento. “¿Les importaría hacer una escapada a la morgue, señoritas? Si queréis ayudar a resolver el caso, esto forma parte de ello.”
Gale se aclaró la garganta y arrugó la nariz. “La morgue, jesús, no estoy segura. Es decir, quiero ayudar y tal, pero entrar ahí y ver a Ellen Porter tumbada en una fría mesa de metal...”
Cory soltó una risotada. “No, no os haría ver el cadáver. Podéis esperarme en el coche si queréis.”
“Creo que será lo mejor, sí.” Marie sonrió a Gale y a Myra. “Se nos dan mejor los cadáveres con forma de espíritu.”
Llegaron a la morgue y esperaron a Cory dentro del coche patrulla. Marie se dio la vuelta mientras Gale bajaba la ventanilla. “Gale, ¿te acuerdas de aquella vez que te dije que casi me hacía un tatuaje?”
Gale paró de abanicarse y se sentó recta. “Oh, Dios mío, sí, me acuerdo. Fue cuando acababas de salir de la escuela veterinaria y estabas celebrándolo con unos amigos. Dijiste que estabais completamente borrachos y los tres entrasteis en una tienda de tatuajes. Pero dijiste que nunca te lo llegaste a hacer.”
“Mentí.” Marie esperó una respuesta, pero al no recibirla continuó, “Empecé a hacerme una tatuaje de una mariposa en el tobillo, pero le dije al tío que parara a mitad. Dolía horrores, y supongo que me estaba despejando. Acabé yendo a un cirujano plástico unos años más tarde para quitármelo. Ahora apenas puedes verlo.”
“¿Por qué demonios me mentiste? Sabes que no me habría importado. Joder, yo tengo dos tatuajes.”
“Lo sé. No sé por qué te mentí, acabábamos de conocernos y, uau, no tenía ni idea. Ahora suena estúpido. Pero, acabo de caer, Chelsea y Christy tenían un tatuaje en la cintura. Se me pasó completamente, y hasta que no dijo Cory que pensaba que esa es la razón por la que le llamó la forense no me he acordado.” Marie se recolocó en el asiento. “¿Y si Ellen Porter tenía un tatuaje y esa es otra cosa que tenemos en común?”
Myra se aclaró la garganta. “Acabo de darme cuenta de que todas las víctimas tienen los mismos rasgos que tú.”
“Oye, sí, es cierto. Lo tienen. Todas tienen el pelo largo y rubio, la misma constitución atlética y una altura parecida.” Gale se inclinó hacia el asiento delantero y cogió los informes forenses de las dos primeras víctimas. “¿Qué dice aquí sobre el color de sus ojos?”
Antes de que Gale pudiese encontrar la respuesta, Marie dijo, “Verdes. Todas tenían los ojos verdes, como yo. Acabo de leerlo.”
Gale observó a Myra y luego de nuevo a Marie. “Vale, no empecemos a perder la cabeza. Eso no significa que estén relacionadas.”
Myra respondió, “Eso es verdad, querida. Es posible que todo no sea más que una enorme coincidencia.”
“Myra, antes me dijiste que no crees en las coincidencias.” Marie necesitaba aire y salió del coche patrulla. “¿Realmente crees que hay una razón por las que estas mujeres han sido asesinadas? ¿Que de algún modo está ligada a mí? ¿O quizá nuestros caminos se cruzaron en el pasado?”
Gale salió del coche y ayudó a Myra a salir. “Creo que deberías hablarle a Cory sobre el tatuaje. Tiene que saberlo, ¿no crees, Myra?”
“Sí. Marie, tienes que mantener la calma. Si tu mente está llena de pensamientos negativos y preocupación, no serás capaz de obtener una imagen clara cuando vayamos al muelle. Necesitas concentrate.”
Cory atravesó las puertas automáticas y se acercó a las mujeres. “Bueno, tenía razón. Sue encontró un tatuaje que había sido borrado en el hombro izquierdo de Ellen. Debió habérselo hecho hace tiempo, porque no estaba muy claro si era un tatuaje borrado o una marca de nacimiento. Lo único que me intriga es que el informe forense sobre algunas de las colillas encontradas en el parque no estaba en el archivo. Le pedí a John que se asegurara de recoger personalmente ese informe. Tendré que hablarlo con él.”
Marie trató de parecer calmada y esbozó una media sonrisa. “Cory, tengo que decirte algo. No había atado cabos hasta ahora.” Vio cómo la expresión de Cory pasaba de satisfacción a preocupación. “Tengo un tatuaje. Lo tuve. Estaba celebrando la graduación de la escuela veterinaria y me emborraché un poco bastante, así que decidí tatuarme una mariposa.”
Cory frunció el ceño. “No recuerdo haber visto ningún tatuaje.”
Marie se sonrojó y jugueteó nerviosa con el dobladillo de su manga. “Eso es porque el tatuador solo me hizo medio cuando le paré. Lo tenía en el tobillo, y fui a un cirujano plástico para quitármelo.” levantó la pierna izquierda y se señaló el tobillo. “Apenas se ve.”
Cory examinó el tobillo. “Vaya, no, parece más una marca de nacimiento. Además, supongo que no estaba examinando precisamente tu tobillo la otra noche.”
“No, creo que no.” Marie sintió que se sonrojaba e intentó cambiar de tema. “Tengo esto en común con todas las víctimas. ¿Cómo es eso posible? Quiero decir, ¿es una coincidencia que haya algo así común a todas nosotras?”
Cory se quitó la gorra y se rascó la cabeza. “No lo sé, aunque sin duda aporta nuevas pruebas para el caso. Claro está, no sé cómo voy a añadir todo esto a mi informe. Si creéis que lo tenéis difícil para convencerme de lo que acaba de pasar, ¿cómo voy a convencer yo a los detectives? No me malinterpretéis, no es que me tome esto a la ligera. De hecho, creo que deberíais estar todo el tiempo acompañadas por un oficial.”
Marie se alejó del coche y negó con la mano. “Oh, no creo que sea necesario, ¿cómo lo explicarías?”
“No tengo que hacerlo, soy el Jefe de Policía, ¿recuerdas?” Cory le pasó un brazo por los hombros y miró a Gale y Myra. “Quiero que estéis atentas a cualquier que parezca sospechosa. Voy a hablar con John y quizá otro detective acerca de protegeros, pero me gustaría mantenerlo lo menos oficial posible. Si vamos a tomarnos esto en serio, que creo que sí, y el asesino es una autoridad o tiene un puesto importante, debemos tener cuidado con quién compartimos esta información.”
Gale levantó el pulgar. “Estoy de acuerdo, ahora, ¿qué os parece si vamos hacia el muelle? Tenemos que darnos prisa y obtener la máxima información posible.”
“Por supuesto, querida, es importante que continuemos ahora que lo tenemos todo reciente y que Marie ha aprendido a controlar su habilidad.” Myra volvió al coche patrulla y se abrochó el cinturón.
Condujeron hacia el muelle y finalmente al parque, recogiendo toda la información posible hasta que Marie y Myra estuvieron agotadas. No descubrieron nada nuevo desde el Estrecho, pero se alegraron de tener algo nuevo para la investigación. Estuvieron de acuerdo en compartir la visita de Chelsea con el equipo.
Marie bostezó y se alegró de estar de vuelta en la comisaría. “Oye, tenemos que hablar con el resto del equipo sobre la llamada para realizar una segunda investigación.”
“Oh, cierto, se me había olvidado por completo.” Gale agarró el bolso de la parte trasera del coche.
“¿Otra investigación? ¿Dónde?” Cory ayudó a Myra a salir.
Gale abrió la botella de agua y dio un trago. “En la Plantación Boone. Stacy McRae llamó esta mañana para que hiciésemos una investigación. Aparentemente hay un montón de actividad allí.”
“Ya veo.” Cory miró a Marie. “¿Os importa si me uno?”
Marie sonrió, “En absoluto. Creo que el equipo se está acostumbrado a tenerte cerca.”
“¿Por qué no llamamos al resto para establecer una fecha en la que ir? Stacy dijo que cuando quisiéramos.” Gale buscó el móvil. “Llamaré primero a Tim para ver cuándo está libre. ¿Crees que dará tiempo este fin de semana?”
“No veo por qué no. Eso nos da unos días para organizarnos. Creo que todos van a dar saltos de alegría ante una oportunidad como esta.” Marie se acercó a Cory y le dio un beso en la mejilla. “Muchas gracias por todo lo que has hecho por nosotras...por mí, hoy. Significa mucho para mí saber que me apoyas en esto.”
“No podría ser de otro modo. Hablo en serio con lo de protegerte. Voy a ir ahora a hablar con John y Mac, les dejaré que organicen sus horarios.” Levantó las manos para evitar reproches. “Está decidido, Marie, no podemos correr ningún riesgo.”
Marie suspiró y se apoyó en él. “Lo sé, supongo que me está costando digerir todo esto. ¿Cómo vas a explicar que necesito que alguien me vigile? John no nos ha mostrado mucho apoyo, ni cree en nada de esto.”
“Deja que yo me ocupe de esto, y no te preocupes por John. Hará lo que le digo y se lo tomará en serio si se lo pido. Es un buen poli.”
Marie se encogió de hombros. “Imagino...pero algunas personas no consiguen conectar los hechos y la ciencia con lo paranormal.”
Cory le pasó el brazo alrededor de la cintura. “No fue demasiado difícil para mí, y soy un gran creyente en la ciencia.”
Marie sonrió, dejando caer la cabeza en su hombro y caminaron hacia Gale y Myra. “¿Conseguiste contactar con Tim?”
“Sí, está haciendo algunas llamadas, pero parece que podremos hacerlo el sábado.” Gale volvió a guardar el móvil en el bolso.
“Genial, ¿por qué no vamos las tres a la biblioteca y le llevamos el análisis a Jeri?” Marie miró a Cory. “Dejaremos que vuelvas al trabajo. Te llamaré cuando tengamos la hora exacta de la reunión en la plantación. Hay bastantes papeleos para hacer antes, no es necesario que estés allí para ello. Pero puedes venir a hacer el paseo de reconocimiento.”
“Suena genial. Yo te contactaré para confirmar el horario de protección, empezando hoy. Me sentiré mejor sabiendo que hay alguien pendiente de ti.” Cory sonrió y besó a Marie en la frente, antes de entrar en la comisaría.
Las tres mujeres se dirigieron hacia la biblioteca y continuaron hablando sobre los acontecimientos del día, tratando de descubrir por qué Marie había sido señalada como la próxima víctima. ¿Podían creer en lo que les decían los espíritus o estaban obteniendo una información confusa? De todas maneras, iban a hacer caso al aviso del más allá y permanecer juntas, además de informar a Cory de cualquier cosa inusual o sospechosa.CATORCE
A Marie le encantaba conducir por el largo carril que llevaba a la casa principal de la Plantación Boone. Los robles eran majestuosos, con sus más de doscientos años de existencia y el musgo negro colgando de sus ramas. Todo era de un vivo color verde, lleno de flores.
Stacy había accedido a parar las visitas guiadas antes de tiempo aquel día de modo que el SPSI pudiese comenzar su ronda de reconocimiento. Cory recogió a Tim, Marie, Gale y Myra en su SUV y se reunieron con el resto del equipo a la seis.
Marie salió del coche y admiró los hermosos caballos que pastaban en el recinto cerrado situado a la derecha del edificio principal. Sus colas se mecían en el aire sin importarse por el resto del mundo. Presentaban un dramático contraste con los nueve cuartos para esclavos construidos en ladrillo a la izquierda de la casa, alineados en fila con los tejados de pizarra. Recordó hacer la visita y conocer el papel de la esclavitud en la plantación, y de su lengua nativa, el Gullah.
Gale se aproximó a Marie. “Este lugar es increíble, ¿verdad?”
“Sí, me sobrecoge cada vez que lo veo. ¿Alguna vez has hecho el tour?”
“¿Estás de coña? Stacy me ha traído aquí docenas de veces. Sé dónde están todos los puntos de actividad paranormal.” Gale le guiñó un ojo y abrió el maletero del coche.
“Perfecto, entonces puedes dirigir tú esta investigación.” Marie la ayudó a sacar el equipamiento.
“¿Lo dices en serio? Me encantaría.”
“Bueno, después de todo tú has conseguido el contacto. Así que, sí, lo digo en serio.” Marie sonrió y vio a Stacy bajando el largo camino de gravilla que salía de la casa y atravesar las puertas de hierro colocadas entre dos enormes pilares de ladrillo. Era una mujer alta y delgada, con los huesos de la mandíbula muy marcados, y el pelirrojo cabello recogido en una trenza. Parecía tener la piel de porcelana, lo que contrastaba con sus ojos verde oscuro. Era la personificación de la dignidad escocesa. “Aquí viene Stacy.”
Gale se dio la vuelta, sonrió, y se acercó a ella. “Hola, ¿cómo estás? Muchas gracias por dejarnos hacer esto.”
Stacy besó las mejillas de Gale y habló, arrastrando las palabras, con un fuerte estilo sureño. “Un placer. He querido hacer algo así durante mucho tiempo.”
Marie se acercó a Stacy y le tendió la mano. “Buenas tardes, Stacy, soy Marie Barket, cofundadora del SPSI. Muchas gracias por permitirnos investigar la Plantación Boone.”
Stacy ignoró la mano de Marie y se inclinó rápidamente para darle dos besos. “Estamos muy contentos de que estéis aquí. Vamos, dejad que os muestre la casa principal. Puedo contaros un poco la historia. Me imagino que también querréis investigar los cuartos de los esclavos, así como los sótanos.”
Tim cogió la cámara y caminó junto a Gale. “Me acuerdo de estar aquí en una de sus noches del terror. Fue muy guay.”
Stacy sonrió ante el comentario. “Sí, tenemos un calendario repleto eventos aquí. Me encanta que haya gente en la plantación.” Les guió por el camino hacia el porche delantero de la casa. Los majestuosos pilares parecían tan altos como los robles.
Marie tuvo la sensación de entrar en el cuento de Alicia en el País de las Maravillas mientras permanecía bajo el arqueado umbral. Se imaginó que el pequeño balcón de hierro que sobresalía encima de la puerta había sido usado para ver a muchas millas de distancia y para dar la bienvenida a los visitantes.
Harry se restregó los ojos y se enderezó la corbata. “Fui de chaperón con una de las clases de historia del colegio. Hace tiempo que no vengo por aquí.”
Jim puso los ojos en blanco mientras esperaba a que Mimi se uniera al grupo. “Nosotros vinimos aquí por el festival de la fresa.”
“Sí, fue delicioso. Me enamoré de todos los postres de fresa. Nunca pensé que se podían hacer tantas cosas con ellas.” A Mimi le faltaba el aliento cuando subió los tres últimos escalones y se colocó junto a Marie.
Stacy se dirigió al grupo y les invitó con la mano a atravesar la gran puerta del vestíbulo. “Por favor, ¿por qué no me seguís hacia el vestíbulo primero? Intentaré daros tanta información como pueda para que podáis colocar vuestros materiales donde consideréis apropiado.”
El vestíbulo era tan impresionante como uno podría haber esperado. Marie imaginaba a Scarlett O'Hara haciendo una entrada por todo lo alto en las enormes escaleras. El equipo del SPSI escuchó a Stacy y aprendió sobre la historia y cómo Boone Hall es la plantación en funcionamiento más antigua de América.
Marie comprobó todos los ángulos del vestíbulo, tratando de encontrar un lugar seguro en el que montar el equipamiento. “Stacy, ¿qué tipo de actividad paranormal ocurre aquí en el vestíbulo?”
“Mis empleados y yo hemos presenciado el espíritu incorpóreo de lo que creemos que es una niña. También hemos oído lo que parece ser música de cámara.”
Stacy continuó explicando la historia cuando Myra se acercó a Marie y le susurró al oído. “Marie, ¿estás viendo lo mismo que yo?”
“Si estás viendo a la mujer y al niño que han estado comunicándose conmigo, entonces sí.” Marie sintió una gélida corriente de aire a su lado.
Myra continuó mirando fijamente más allá de Mimi y Jim, hacia el pasillo del vestíbulo. “Parecen nerviosos por captar nuestra atención. ¿Cómo quieres que tratemos de ello?”
Marie intentó aparentar que prestaba atención a Stacy, pero seguía oyendo voces confusas en su cabeza. “No lo sé, vuelvo a oír voces, pero no tienen ningún sentido. Parece que estén gritando.”
Gale se aproximó a Marie y Myra. “¿Qué pasa? Parece que habéis visto un fantasma.” Empezó a reír y de pronto paró. “Oh, dios, habéis visto un fantasma. No me digáis que ha vuelto a pasar. ¿Qué hacen aquí?”
“Eso es lo que estamos tratando de descubrir. Parece que han entrado en pánico.” Marie sacó la grabadora de voz de la mochila y la encendió. “Gale, quiero que vayas con el resto del grupo y encuentres los mejores lugares para colocar las cámaras. También quiero que mantengas a Stacy ocupada hasta que haya terminado con la visita. Myra y yo tenemos que descubrir lo que están intentando decirnos. Veré qué puedo grabar.”
“De acuerdo, está bien. ¿Qué le voy a decir cuando os vayáis a vuestro viajecillo de exploración?”
“Ni idea, dile que es parte de la rutina y que normalmente vamos por nuestra cuenta para ver qué podemos captar durante la visita preliminar.” Marie empezó a alejarse y se dio la vuelta para mirar a Gale. “Y no dejes que Cory me siga. Sé que va a querer, así que usa tus encantos y dile que tenemos que hacer esto, ¿vale?”
“Oh, usaré mis encantos pero puede que no te guste.” Gale le lanzó una maliciosa sonrisa y se unió de nuevo al grupo.
Marie agarró a Myra por el codo. “Vamos, parece que se han metido por este pasillo, hacia el solárium.”
Marie podía oír al resto del grupo en la distancia mientras se alejaban por el largo pasillo. Una vez giraron la esquina Marie divisó al niño parado en el patio trasero. La mitad de su cuerpo estaba flotando sobre la fuente mientras que la otra mitad permanecía en el suelo. Odiaba cuando hacían eso, siempre le daban escalofríos.
Myra se pegó a la pared y lentamente pasó la mano por la superficie, cerrando los ojos. “Marie, estoy recibiendo un montón de emociones mezcladas. Parece que hay muchos espíritus temerosos aquí. Algunos están enfadados, pero también siento su confusión.”
Marie no podía apartar la vista del niño. “Sí, no estoy segura de lo que está pasando pero estoy empezando a entender un poco más de lo que dicen.” Marie salió al patio y entró en el estado de trance en el que entraba cuando trataba de comunicarse con los espíritus. El aire se había vuelto de repente helado, y podía ver su propio aliento cuando hablaba. “Por favor, hablad despacio. Estáis hablando todos a la vez y no consigo entender nada de lo que decís. Tenéis que hablar de uno en uno, por favor.”
Myra se dirigió al patio y se unió a Marie. “Sí, ahora puedo oírles.” Se dio la vuelta hacia el niño. “¿Por qué estás aquí? ¿A quién tenemos que ayudar? Por favor, tienes que hablar más despacio, no puedo entenderte.”
Marie empezó a frotarse las sienes. “Uau, me duele muchísimo la cabeza ahora mismo. Esto me agota tanto...” Estaba acercándose al niño cuando vio cómo la mujer pasaba rápidamente junto a ella, en dirección al pequeño, antes de que ambos desapareciesen. “¿Qué ha sido eso? Myra, ¿lo has visto?”
“Sí, lo he visto. Parecía que alguien estaba persiguiéndolos. No conseguí obtener ninguna información, ¿y tú?”
“No, he oído lo mismo que tú. Myra, ¿crees que ya hay otra víctima? La última vez que esto pasó, fue demasiado tarde para Ellen.” Marie caminó hacia el banco de hierro y se sentó. “¿Qué podemos hacer?”
Myra se sentó junto a ella y colocó la mano en su hombro. “Esperar. Esperar a que vuelvan esta noche. Puede que entonces les entendamos mejor.”
Marie oyó voces y pasos y vio al grupo entrando en el solárium. “Hey, ¿qué pasa?”
Cory se acercó a Marie y la miró a los ojos. “Creo que somos nosotros quienes deberíamos preguntaros a vosotras qué pasa. Gale nos dijo que os fuisteis a perseguir fantasmas. ¿Qué ha pasado?”
“Bueno, vimos al mismo niño y a la mujer de siempre. No entendimos bien lo que dijeron, pero era la misma advertencia sobre salvar a alguien y parecía que estaban siendo perseguidos, o asustados por algo.” Marie se acordó de la grabadora y la sacó del bolsillo. “Espera...esto ha estado aquí todo el tiempo. Déjame ver lo que he grabado.”
Para cuando Marie rebobinó la cinta, el grupo entero se les había unido y estaban alrededor del banco. Le dio al play y cuando hubo acabado el grupo estaba en completo silencio.
Tim miró a Marie y se pasó las manos por la cara. “Vale, eso da un poco de miedo. ¿Pero qué demonios significa?”
Mimi se acercó a Marie y se apoyó en su hombro. “Sonaban dos voces. Una era la voz de una mujer o un niño pequeño, pero la otra era definitivamente la de un demonio.” Miró a Harry. “¿No estás de acuerdo?”
Harry tenía un tic en el ojo. “Sí, la voz más grave era, sin duda, la presencia de un demonio. Pero no estoy seguro de que estén conectados. Marie, ¿puedes ponerla de nuevo?”
Marie rebobinó la grabación, la volvieron a oír y la apagó. “Sigo oyendo las palabras vuelve y sálvala. Pero la voz grave dice algo como vete de aquí.” Marie miró a Gale. “¿Oíste algo así?”
“Sí, creo que Harry tiene razón...para variar. No creo que ambas voces estén conectadas. Es como si estuvieras oyendo esa advertencia y de repente la voz más grave te dijo que te largaras. Pero, ¿nos los decía a nosotros o a los otros espíritus? Marie, dijiste que parecía que estaban siendo perseguidos, o que estaban asustados. Quizá fue eso lo que les asustó.”
Myra asintió con la cabeza. “Tienes razón, Gale. Este demonio o espíritu maligno ha estado aquí mucho tiempo. Creo que los espíritus que se comunicaron con Marie entraron y él los ahuyentó.”
Jim paseó alrededor del perímetro del patio. “¿Creéis que Harry debería exorcizar el espíritu maligno?”
Harry respondió, “Tenemos que esperar para ver si vuelve a confrontarnos.” Harry miró a Marie y Myra. “Si estos eran los mismos espíritus que se han estado comunicando contigo, deberíamos intentar que vuelvan. Si están advirtiéndote de nuevo de que alguien está en peligro, debemos intentar ayudar. Pero tratar con un demonio es muy complicado, y enfadarle o dejar que se alimente de nuestro miedo tan sólo lo hará más fuerte.”
Cory se levantó del banco. “Vale, bueno, yo no entiendo de esto, pero no voy a enfadar a un demonio.”
Marie se levantó a medida que su migraña disminuía. “Volvamos al vestíbulo y coloquemos el equipo. Ya que Myra y yo no hemos estado allí durante la ronda de reconocimiento, ¿Por qué no vais poniendo vosotros las cámaras y grabadoras en los mejores lugares mientras yo me encargo del papeleo con Stacy?” Miró a Gale. “¿Puedes dirigir el grupo hasta que nos reunamos en, digamos, media hora?”
“Claro, sin problemas. Sabemos muy bien dónde colocarlo todo.” Gale se giró hacia el grupo. “Venga, chicos, necesitaremos la escalera para colocar el DVD en el lugar apropiado de la biblioteca. También creo que deberíamos establecer el centro de operaciones en la cocina. No parecía haber actividad allí.”
Marie sonrió a Cory, mientras este se aproximaba a ella con una expresión de preocupación en el rostro. “¿Era esto lo que buscabas cuando decidiste apuntarte al grupo? ¿Alguna vez pensaste que tratarías con demonios, con voces incorpóreas y con espíritus?”
Cory atrajo a Marie hacia su pecho y colocó los brazos a su alrededor. “Debo decir que han sido un par de horas muy interesantes. ¿Estás segura de que estarás bien? Estabas tan pálida e ida cuando te vi sentada en el banco. Me asustaste.”
Marie cerró los ojos y sonrió con la cabeza apoyada en su hombro. “Sí, estaré bien. Pero no puedo negar que yo también me asusté un poco. Todo esto es nuevo para mí, y no estoy segura de lo que hago, o de cómo encargarme de todo, por no hablar del demonio. Pero confío mucho en el equipo, tenemos un gran grupo de gente que están metidos en esto por buenas razones.” Alzó la cabeza y le miró a los oscuros ojos. “Me alegra que estés aquí. Me calma. Cuando salí del trance y te vi entrar en el patio, me dio fuerzas. Eso es importante en este tipo de situación. Gracias por creer en mí.”
Cory le acarició la mejilla. “No querría estar en otro lugar. Pero si un demonio me pilla por banda y empieza a molestarme, quizá tenga que reconsiderar mis prioridades.”
Marie rió, pero su sonrisa se desvaneció rápido. “Cory, ¿y si el aviso es real? ¿Y si la próxima víctima ya ha caído y vuelve a ser demasiado tarde? No estoy segura de poder seguir con esto sin sentirme en cierto modo responsable.”
Cory suspiró y le acarició la nuca. “No lo sé. Aún me cuesta entender la relación entre el más allá y el mundo real. Soy un hombre de ciencias que investiga crímenes y busca pistas. Escuchar las advertencias de unos espíritus es bastante inverosímil para mí, pero creo en ti. Sé que no te inventarías algo así. Además, he visto y oído cosas inexplicables de tus pistas que no puedo ignorar. Aunque algunos detectives creen que debería.”
Marie se echó hacia atrás. “¿Por qué tus detectives creen que deberías ignorar nuestras evidencias?”
“Bueno, es difícil de explicar. Cuando pedí a Mac y John que os echaran un ojo por lo que había pasado con respecto a lo paranormal, no fueron muy receptivos y, de hecho, se rieron bastante de ello.” Cory metió las manos en los bolsillos. “No puedo negar que me avergonzó un poco explicar a los detectives principales que la razón por la que quiero que te vigilen es porque tú y Myra recibisteis un aviso durante una sesión espiritista.”
Marie sintió el mismo sentimiento de incomodidad que solía sentir cuando le hablaba a alguien de su habilidad. “Entiendo que te avergonzases. Yo tampoco estaba segura de cómo ibas a explicarles esto. Te dije que no necesito protección. Aún no estoy segura de que esté en peligro.”
“Dejemos las cosas como están. No estoy dispuesto a correr riesgos.”
Marie sonrió y le tomó de la mano. “Vamos, necesitamos que Stacy firme los papeles antes de continuar con la investigación. El equipo ya debe estar preparado. Quizá tengamos suerte y el niño y la mujer vuelvan.”
“Estoy listo para cualquier cosa, creo.” Cory pasó el brazo alrededor de la cintura de Marie y caminó con ella para buscar a Stacy.
Marie se preguntó si ella estaba lista para cualquier cosa. No conseguía sacarse de la cabeza la advertencia de los espíritus. Si había un modo de obtener más información para salvar la vida de alguien, sabía que su equipo estaría allí para ayudarla en todo momento. Tan solo esperaba que no fuera demasiado tarde.
––––––––
Las lágrimas corrían por su rostro y tenía la garganta seca a causa de la mordaza colocada fuertemente en su boca. Había leído las horribles historias de las mujeres que habían sido ahorcadas, pero nunca imaginó que sería la próxima víctima. ¿Cómo podía hacerle esto? Había sido tan educado y amable cuando le ofreció ayuda junto a la carretera. En cuanto él paró, se sintió tan agradecida por no tener que cambiar el neumático en la oscuridad. Se sintió aliviada y segura, hasta que la golpeó en la cara hasta dejarla inconsciente.
Sus sollozos eran amortiguados y ella comenzó a luchar contra la cinta adhesiva que le ataba las muñecas. Los ojos le salían de las órbitas por causa del miedo, mientras él colocaba la soga alrededor de su cuello y apretaba el nudo. Sus ojos habían cambiado. Ya no eran cálidos y preocupados. Se habían vuelto oscuros y malvados. ¿Por qué seguía llamándola su “pequeña Marie”? Sabía que no era Marie. Su incesante silbido retumbaba en sus oídos y ella tan sólo deseaba que parase. Su vida llegaba a su fin, y ella pensó en sus padres y empezó a rezar. La silla se tambaleó al ser apartada de debajo suya, y todo se oscureció. Pensó que estaba soñando cuando vio a un niño y a una mujer tendiéndole la mano. Sonrió, y se fue con ellos.