Brindaron, pidieron la comida y organizaron un plan para reunir al grupo y ayudar a Jeri en la biblioteca. Marie se sintió más relajada de lo que había estado en meses. Era hora de enfrentarse a esto, había recibido el don por una razón, y si eso significaba ayudar a alguien, aunque estuviese en otra dimensión, al menos debía intentarlo.Cinco

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Marie decidió ir a pie a la reunión con el SPSI en la librería municipal Edgar Allan Poe. Gale se quejó y le recordó el caso de Chelsea Swail, insistiendo en llevarla a casa en coche. Marie estuvo de acuerdo y le pidió que no tomase ningún margarita antes de la investigación. Quería que todo el mundo estuviese atento a todo.

Gale estaba vaciando el maletero. “Hola, señorita Obstinada.”

Marie se quitó la mochila y la colocó en el capó. “Hola, señorita Grano-en-el-culo.”

Myra, Jim y Mimi salieron del convertible Buick Skylark de 1970 de Jim y saludaron. Marie se acercó y ayudó a Myra a salir del asiento trasero. “Myra, pareces una muñequita ahí sentada.”

Myra hizo una mueca mientras recuperaba el equilibrio apoyada en Marie.

“Gracias, Jim y Mimi han estado discutiendo sobre qué coche traer. Les dije que no se preocuparan, porque parecía que la discusión podría haber durado toda la noche.”

Marie rió y agarró la bolsa de nailon que reposaba en el asiento trasero. “¿Esta es la cámara digital de la que hablaste con Gale?”

Mary respondió, “Sí, es la Sony DCR SR82 HDD Camcorder. No usa cables y tiene su propio disco duro interno. No tendremos que estar cambiando cintas o discos.”

Gale dio un silbido y sacó la cámara de la bolsa. “Hey, es resbaladiza. Marie, ¿conseguiste la cosa esa que querías para la cámara?”

Marie puso los ojos en blanco. “¿La cosa esa que querías para la cámara? Si, es un DVR de cuatro canales con cuatro cámaras de visión nocturna y trípodes de cincuenta pulgadas. Seremos capaces de ver todas las posiciones desde un comando central. También graba en un disco interno.”

Gale se encogió de hombros. “Lo que tú digas, no me sé toda la jerga tecnológica. Bastante tengo con acordarme del entrenamiento que hicimos sobre las grabadoras digitales.”

Tim y Harry llegaron, y Marie sonrió rápidamente a Gale. “Vaya, vaya, aquí está Tim. Me sorprende que hayáis venido separados. Recuerda que hay cámaras de visión nocturna encendidas, así que no vais a poder desaparecer en cualquier esquina.”

Gale le hizo un gesto con la mano por detrás de la espalda.

Tim ayudó a Harry a sacar el material del maletero de su SUV y caminó hacia Marie y Gale. “Estoy muy contento por lo de esta noche. Siempre he oído acerca de actividad paranormal por aquí. Mi primo Jimmy dice que vio una sombra metiéndose por la sección de historia una noche.”

Gale se rió. “Tu primo Jimmy probablemente estuviese fumando algo raro.”

Tim sonrió. “Sí, bueno, es otra posibilidad.”

Harry arrastró una pequeña maleta hasta donde estaban y se limpió el sudor de la frente. “¿Listos para conocer al cliente? Tengo grabadoras, linternas y caja de espíritus.”

Gale respondió. “Harry, ya sabemos quién es el cliente, es Jeri. Ya sabes, la bibliotecaria...”

Marie intervino, “Venga, entremos. Gracias a todos por venir habiendo avisado con tan poco tiempo. Tengo todo el papeleo que necesitamos hacer con Jeri para que firme la exención de responsabilidad y el acuerdo de confidencialidad. Por ahora, centrémonos en llevar todo el equipo adentro. Una vez hayamos terminado con el tema de la responsabilidad y esas cosas, podemos dar un paseo alrededor para decidir dónde colocar las cámaras. Tim, ¿podéis adelantaros Harry y tú y marcar cualquier zona en la que debamos tener cuidado por temas de seguridad? Necesitamos saber qué rumbo tomar antes de apagar las luces.”

Todos caminaron a través de las grandes y gruesas puertas de madera y empezaron a descargar el material frente al mostrador. Marie siempre se sentía agobiada cuando entraba en el edificio. Le parecía raro tener una biblioteca dentro de una antigua batería de artillería, con sus techos bajos y paredes de hormigón de un metro de anchura.

Marie sonrió a Jeri. “¿Cómo estás? Muchísimas gracias por dejarnos hacer la investigación tan pronto.”

Jeri salió de detrás del mostrador. Era una mujer rechoncha de solo metro y medio de altura, con el pelo negro y grueso recogido en un moño. Tenía las gafas colocadas en la punta de su regordeta nariz, dándole la apariencia de una perfecta bibliotecaria. “Por supuesto, me alegro de que hayáis venido. ¿Dónde os gustaría colocar el equipamiento?”.

Marie abrió la cremallera de su mochila. “Quizá podrías hablarnos sobre la historia del edificio, y a ser posible dónde ha tenido lugar la actividad paranormal.”

Jeri respondió, “Claro. Esta biblioteca y la parte adyacente del edificio en su estado no restaurado, es en realidad Batery Gadsden, una de la serie de baterías construidas entre 1898 y 1906 como parte del Fuerte Moultrie. Fue construida para defender a Charles Harbor y debe su nombre al Brigadier General Christopher Gadsden. Fue el Coronal del Primer Regimiento de Carolina de Sur del Ejército Continental, y murió en 1805.”

Gale enunció, “Sí, oí que la masa negra que había sido vista en la sala de prensa era supuestamente el General Gadsden.”

Jeri respondió, “Sí, esa sala era inicialmente la despensa.” Les guió hasta la sección infantil. “Esta fue la sala de la pólvora. Hay gente que dice haber oído voces y visto una extraña luz que parpadea en la esquina de la habitación.”

Jim preguntó, “¿Es una bola de luz o una neblina?”

“Parece ser una bola de luz que parpadea en la esquina superior izquierda de la sala.” Continuó guiándolos a lo largo de la biblioteca, señalando las áreas con actividad paranormal. “En la sección que solía ser la oficina se han visto libros siendo lanzados de los estantes.”

Mimi inquirió, “¿Alguien ha sido deliberadamente herido por los libros?”

Jeri contestó, “No, pero ocurre más a fin de tarde.”

Marie lo apuntó todo en el cuaderno de bitácora. “Gracias, Jeri. El equipo instalará las cámaras y los materiales asegurándonos de señalar los puntos donde nos has dicho que la actividad tiene lugar. Con un poco de suerte captaremos algo.”

Jeri sonrió, “Gracias. Gracias a todos por venir a ayudarnos. Nunca hemos tenido ningún miedo de lo que quiera que esté pasando aquí. Digamos que nos hemos acostumbrado a tener espíritus cerca. Imagino que lo único que queremos es dar algo de validez a todo esto.”

El equipo se distribuyó por áreas diferentes y empezaron a colocar los materiales. Decidieron usar el SUV de Tim como comando central. Una vez todo había sido debidamente colocado, Tim les mostró los ángulos de la cámara. Les pareció que las cámaras captaban todo y decidieron entrar en grupos. Marie, Gale y Myra fuera las primeras.

Gale encendió la grabadora. “Sesión de psicofonía, Gale, Marie y Myra en la oficina original de la biblioteca Edgar Allan Poe. ¿Hay alguien ahí que quiera hablar con nosotras?”

Marie se sentó en una de las sillas. “Nos han dicho que os gusta sacar los libros de las estanterías de esta habitación.”

Myra se sentó junto a Marie. “Estoy leyendo algo aquí. Definitivamente no estamos solas.”

Marie preguntó, “¿Hay alguien que quiera hablar con nosotras o con Myra? No te haremos daño. Tan sólo queremos saber por qué estás aquí y si hay algo que te gustaría decirnos.” Oyeron un golpe.

Gale dijo, “¿Qué ha sido eso?”

Myra respondió, “Ha sonado al otro lado de la librería. Parecía que viniese de la sección infantil, donde la bola de luz.”

Gale se levantó rápidamente y murmuró a la oscuridad. “Vamos, Marie, vamos a hacer un barrido con el KII Meter[3] para ver si conseguimos captar algún campo electromagnético.”

Marie se dirigió con Gale y Myra hacia la sala donde habían oído el golpe. “Estoy obteniendo distintas fluctuaciones. Uau, me está llegando un soplo de aire frío en la nuca. Gale, sostén el termómetro y mira a ver si cambia la temperatura.”

Gale susurró. “Hey, la temperatura baja alrededor de seis grados justo debajo de tus hombros. Vuelve a subir cuando lo alejo de ti. Creo que hay algo tratando de comunicarse con nosotras.”

Marie saltó. “Joder, algo me acaba de susurrar al oído.”

Myra preguntó, “¿Qué ha dicho?”

“No lo sé, sonaba como una voz baja. Reproduce la grabadora y ve si ha captado algo.”

Gale rebobinó la cinta y le dio al play. Oyeron la voz de la que hablaba Marie, pero no consiguieron entender las palabras. “Vale, eso fue realmente aterrador. ¿Alguien quiere comunicarse con nosotras? ¿Estás tratando de asustarnos? Porque no nos asustamos fácilmente, ¿sabes?”

Myra paró de golpe. “Sé que no estamos solas aquí, puedo sentir algo en la esquina donde ha sido vista la bola de luz.” Se acercó a la esquina y apuntó con la cámara al lugar donde sentía la presencia. “¿Tratas de llamar nuestra atención? Si quieres comunicarte a través de mí, lo permitiré.”

Marie dio un salto y se chocó con Gale. “¡Ostras! ¿Qué ha sido eso? Acabo de sentir un tirón en mi manga.”

Gale levantó el medidor KII. “Las ondas se salen de la escala aquí. Parece que se está pegando a ti ahora mismo.”

Myra dijo, “Si necesitas manifestarte, ¿por qué no mueves un libro para nosotras?”

Se quedaron paradas durante un rato pero la habitación permaneció en silencio. Comenzaron a regresar a la oficina cuando un libro salió disparado de la estantería y aterrizó enfrente de Marie, que se sobresaltó.

“Ese libro acaba de salir volando y casi me golpea.” Exclamó Marie en la oscuridad. “Vale, tienes mi atención. No nos iremos de aquí. ¿Quieres que nos sentemos y hablemos?”

Myra se sentó en una silla y colocó la cámara en la mesa apuntada hacia las tres. “Marie, he dejado la cámara encendida en caso de que algo intente comunicarse de nuevo.”

Gale continuó comprobando el medidor. “Sí, definitivamente hay algo aquí porque este medidor se está volviendo loco.”

Marie puso la linterna LED en lo alto de una estantería y se sentó junto a Gale y Myra. “Si quieres decirnos algo, he colocado una linterna en lo alto de una estantería. Todo lo que tienes que hacer es tocarla y apagarla. ¿Puedes hacer eso por nosotras?” Se quedaron inmóviles y observaron cómo la linterna se apagaba lentamente.

Marie dijo, “Gracias. Ahora, ¿puedes encenderla para nosotras?” Observó cómo la linterna se encendía de nuevo. “Gracias.”

Gale preguntó, “¿Eres el General Gadsden? Si lo eres, ¿puedes apagar la linterna?” La luz permaneció encendida. “¿Eras un soldado bajo las órdenes del General Gadsden?” La linterna volvió a apagarse lentamente, y ella dijo, “Gracias.”

Myra demandó, “¿Luchaste para defender el puerto de Charleston?” La luz se encendió de nuevo. “¿Hay más de los tuyos con nosotros esta noche?” La luz siguió encendida. “¿Estás aquí solo?” La luz no se movió. “Creo que nos ha dejado solas.”

Marie se levantó. “Hagamos que otro equipo entre. Aseguraos de documentar las experiencias personales en el cuaderno de bitácora del comando central. Myra, deja la cámara digital como está. Creo que necesitamos tener otro ángulo de esta sala.”

El resto del equipo continuó investigando hasta las dos de la mañana. Todos tuvieron experiencias personales, pero Marie fue la única que tuvo contacto directo. Cuando sintieron que habían conseguido suficiente información decidieron recogerlo todo y marcharse.

Marie estaba cogiendo su mochila cuando vio a Gale correr hacia ella. “Estuvo bien la investigación, ¿verdad? Estoy deseando verlo todo de nuevo. ¿Crees que puedes venir a casa una noche de estas la semana que viene?” Vio la cara alarmada de Gale.